Month: Junio 2012

El espejo del pecado

¿Cuánto crees que aprenderías acerca de la vida buena y piadosa al estudiar los afiches que dice «Se busca», documentos que destacan los delitos de los que han transgredido la ley? Probablemente no mucho.
De hecho, el apóstol Pablo instruyó a Timoteo, su joven protegido, a que corrigiera a aquellos que pasaban la mayor parte de su tiempo estudiando tales…

Un buen vecino

En junio de 2011, cuando una desastrosa inundación obligó a los habitantes de Minot, en Dakota del Norte, en los Estados Unidos, a abandonar sus casas, la gente de la comunidad hizo lo que, al parecer, le surgía naturalmente: ayudar a los que padecían necesidades. Personas que vivían a más de una hora de distancia aparecían para ayudar sin que se les hubiera pedido. Algunos les prestaron sus caravanas a aquellos que habían perdido sus hogares y otros permitían que usaran sus garajes como depósitos provisionales. Esa gente estaba demostrando qué significa ser buenos prójimos.

El misterio de la humildad

¿Qué pensarías si estuvieses leyendo un libro y el autor hiciera esta afirmación: «Soy el escritor más grandioso sobre la faz de la tierra»? (a) ¿Pensarías que el autor entendía mucho de grandeza?; (b) ¿te sentirías terriblemente irritado por la arrogancia de esta persona?; o (c) ¿dirías: «Creo que voy a leer a otro autor»?

Hablando en términos generales, no…

Juzgar rectamente

Después de que una revista de noticias nacional publicó un artículo en Internet donde ubicaba a mi comunidad entre las primeras diez ciudades del país que iban camino a la extinción, sus habitantes se ofendieron y transmitieron su indignación dando pruebas de lo contrario. Un residente se esforzó al máximo para desmentir el duro juicio: reclutó a los ciudadanos del lugar para que se reunieran en el centro de la ciudad y filmaran un vídeo que exhibiera la vitalidad de esa comunidad. Esa filmación captó la atención mundial, y la revista de noticias reconoció su error, pero la organización que llevó a cabo la «investigación» mantuvo su conclusión, aunque esta estaba basada en criterios limitados.

Robo a las viudas

Tenemos una fea inclinación a separar lo inseparable haciendo groseras distinciones entre lo sagrado y lo secular, entre la fe y las obras, entre la redención y la justicia. Temas que naturalmente van en parejas son arrancados el uno del otro, y el desafortunado resultado es que cada tema pierde su fuerza.

Los receptores del perturbador mensaje de Malaquías, los…

Guardado

Cuando yo nací, mi bisabuelo, Abram Z. Hess, ya había perdido la vista. Era conocido por los hermosos objetos de madera que tallaba en un torno… y también por ser alguien que podía citar muchos versículos de las Escrituras. Él y su amigo Elí solían decirse mutuamente textos de la Biblia. Esa pizca de espíritu competitivo dio como resultado que Elí fuera capaz de citar más referencias, mientras que mi bisabuelo podía recitar más versículos.

El poder de uno

¿Alguna vez sientes que eres demasiado pequeño y débil como para marcar una diferencia en el mundo que te rodea? Seguro que Billy Graham puede hacerlo, ¿pero yo? Yo sólo soy una persona con un problema de acné y un coeficiente de inteligencia promedio.

Pero Dios no nos ve así. Él nos eligió antes de la creación del mundo para…

Nuestro Padre celestial

Cuando Jesús nos enseñó a orar, empezó diciendo: «Padre nuestro que estás en los cielos» (Lucas 11:2). Este es uno de los numerosos pasajes bíblicos que se refieren a Dios como Padre. Me resulta fascinante e instructivo que, cuando Él quiso que supiéramos cómo es, decidió enfatizar su paternidad.

Frankencomidas

Paul Lewis quedó horrorizado. El profesor inglés no podía creer que la Administración de Alimentos y Medicinas de los EE.UU. [conocida como FDA por sus siglas en inglés hubiera aprobado la producción de alimentos genéticamente alterados. Así que, siendo un artífice de la palabra, Lewis decidió expresar su indignación en una carta al periódico The New York Timesescrita en 1992.…

Creaciones maravillosas

Cuando era niño, una persona cercana a mí pensaba que podía motivarme a que hiciera mejor las cosas preguntándome con frecuencia: «¿Por qué eres tan estúpido?». No sabía cuánto me había afectado eso hasta que llegué a mi adolescencia y oí que alguien detrás de mí dijo: «¡Estúpido!». Al oír esa palabra, me di vuelta rápidamente porque pensé que me hablaba a mí.